Vista En: Youtube, sábado 16 de septiembre de 2017.
Título Original: 850 Meters .
Director: Joeri Christiaen.
Guión: Joeri Christiaen y Perrine Gauthier. Género: Animación.
Música: Frederik Segers. Dirección Artística: Joeri Christiaen.
Productoras: Lunanime y Thuristar. Presupuesto: [Desconocido].
País: Bélgica. Año: 2013. Duración: 15 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Emmanuel Garijo
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Caballero
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Barbara Beretta
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Princesa/Dragón #2
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David Gasman
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Brújula Mágica
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Mirabelle Kirkland
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Dragón #1/Dragón-Árbol
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un caballero medieval en busca de fama y
fortuna se encuentra un cártel en el bosque donde descubre a una princesa
cautiva en una torre a la que si rescata, le dará su reino y grandes riquezas.
Pero al llegar a la torre se encuentra con una princesa enormemente fea, que le
dice que es presa de un hechizo y que debe buscar la espada invencible para
liberarla de él.
Crítica: Tronchante parodia del socorrido tema de las
princesas capturadas y los caballeros andantes que haría las delicias de los
más desatados hermanos Zucker o de los Monty Python, que aprovecha cada segundo
para meter unos golpes de humor que van de lo sencillo y pequeño a lo
brutalmente desatado, cuya partitura revive los acordes de los instrumentos de
la época, amén de un saludable sentido del ridículo para no tomarse en serio a
si mismo (el diseño del caballero: aunque de cara no tiene parecido, su
complexión y su enorme mentón es una clara inspiración en Arnold
Schwarzenegger, otro nuevo héroe tontorrón que bebe de la estrella de Conan, el
Bárbaro [John Milius, 1982]; la princesa, una antítesis de belleza que repele
solo de verla, cuya apariencia en si es como una operación de estética mal hecha;
cada vez que el caballero se imagina obteniendo fama y fortuna, con titular de
periódico incluido: una fuente de risas más que asegurada). Con un título que
da lugar a engaño pero una trama maliciosa y divertida que sabe guardarse sus
mejores bazas para el final, 850
Metros es una delirante y muy estimable tentativa
merecedora de una expansión/continuación en formato largo, cuyo ritmo la hice
inasequible al desaliento (el caballero, cayendo por un barranco estilo Homer
Simpson, para perderse posteriormente por una de esas espesas nieblas donde
aparece de todo: una de las siluetas que surge de ella es directamente una
salvajada al 100%; su última escena, desvelando qué significa la distancia de
su título: en lo inesperado que resulta es imposible reprimir las carcajadas;
la brújula encontrada por el caballero, un anacronismo tipo La Espada Mágica:
En Busca de Camelot [Frederik Du Chau, 1998] que se guarda algún chistecito).
Dando fe de un ingenio más que palpable, Christiaen se curra una pieza
exquisita en lo que a comedia absurda se refiere. Y su última escena así lo
corrobora.
La Puntilla: Nada como mezclar épocas y meter guiños del
presente en eras pasadas para hacer reír. ¡Es que siempre funciona!.
Mi
Valoración
★★★★★
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