Vista En: Antena 3, viernes 2 de abril de 1999.
Título Original: Marathon Man.
Director: John Schlesinger.
Guión: William Goldman, basado en su propia novela
homónima, publicada en 1974. Género: Intriga.
Música: Michael Small. Fotografía: Conrad Hall.
Decorados: George Gaines. Vestuario: Robert De Mora y Ann Roth, esta última sin
acreditar.
Productoras: Paramount Pictures y Robert Evans Company.
Presupuesto: ±6.500.000 $.
País: USA. Año: 1976. Duración: 125 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dustin Hoffman
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Thomas Babington ‘Babe’ Levy
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Laurence Olivier
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Dr. Christian Szell
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Roy Scheider
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Henry ‘Doc’ Levy
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William Devane
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Peter Janeway
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Marthe Keller
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Elsa Opel
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Richard Bright
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Karl
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Marc Lawrence
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Erhardt
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Tito Goya
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Melendez
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Fritz Weaver
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Profesor Biesenthal
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Jacques Marin
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LeClerc
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Lou Gilbert
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Rosenbaum
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James Wing Woo
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Chen
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Thomas Babington ‘Babe’ Levy es un joven
graduado en historia y ávido corredor que es capturado por el cruel Dr.
Christian Szell, un antiguo médico del Tercer Reich durante la Segunda Guerra
Mundial que experimentó y torturó a los judíos en el Holocausto. Torturado por
éste para que le dé una información vital, Babe se ve impotente al no saber de
qué le hablan.
Crítica: Inquietante y a la vez desagradable thriller
de una calidad suprema, a la sazón de un duelo de primer orden entre un
Lawrence Olivier que es pura maldad pantalla y un jovencísimo Dustin Hoffman
que vuelve a demostrar su capacidad actoral para probar que papeles como El
Graduado [Mike Nichols, 1967] no son si no un leve atisbo de su inmenso
camaleonismo, en una trama dirigida de una forma más que genial por el autor de
Cowboy de Medianoche [1969] (la frase “¿es seguro?”, repetida por Szell, a
retener por los siglos de los siglos, o el horror de ser preguntado por algo
que la otra persona ignora y por tanto no hay manera de contestar al
interrogador como este desea; Babe, logrando escapar gracias a una oportuna intervención,
solo para percatarse de que en realidad no está tan a salvo como el mismo se
pensaba; el método de obtener información de Szell, o una amplia justificación
de porqué tenerle miedo a los dentistas: su trabajo con Babe pone los pelos de
punta). Acertada en sus secundarios como William Devane y Roy Scheider, algo
abigarrada en su fotografía y con un tono de manifiesta perversidad que cubre
su metraje de lado a lado, Marathon Man es una película cuya tensión se corta a
cuchillo sin perder fuelle ni un solo segundo, cuyas escenas solo sirven para
crear un puzzle de múltiples niveles (Babe, Doc y Elsa, cenando amigablemente
en un restaurante, con el segundo de pronto muy interesado por los orígenes de
la chica; el previo ataque que éste sufre en su hotel, visceral y violento como
su destino final; el inicio, que describe a Babe y a cierto accidente de coche:
un preludio, precisamente, de un choque no tanto de automóviles como de dos
personas opuestas como el día de la noche. Tocando de fondo y con mucho ojo el
escabroso tema del Nazismo y el Tercer Reich, Schlesinger consigue un clásico
moderno por derecho propio. Cine en estado puro, sin adulterar.
La Puntilla: Te raptan. Te torturan. Y te piden algo que
tú sabes no tienes y no puedes darles. ¿Cómo escaparías de una situación así?.
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