Vista En: TVPelis.net, martes 1 de noviembre de 2016.
Título Original: Wishmaster 4: The Prophecy Fulfilled.
Director: Chris Angel.
Guión: John Benjamin Martin. Género: Terror.
Música: Daryl Bennett y Jim Guttridge. Fotografía: Curtis J. Petersen.
Decorados: Stephen Arndt. Vestuario: Linda Madden.
Productoras: Overseas FilmGroup, Blue Rider Pictures, GFT
Entertainment, Paquin Entertainment Group y Artisan Entertainment.
Presupuesto: [Desconocido].
Países: Canadá y USA. Año: 2002. Duración: 90 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tara Spencer-Nairn
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Lisa Burnley
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Michael Trucco
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Steven Verdel
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Jason Thompson
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Sam
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John Novak
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El Djinn
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Victor Webster
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Cazador
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John Benjamin Martin
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Douglas Hollister
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Kimberly Huie
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Tracy
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Mariam Bernstein
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Jennifer
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Mandy Hochbaum
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Dependiente
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Jennifer Pudavick
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Camarera
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Ernesto Griffith
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Nick el camarero
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Rea Kavanagh
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Camarera de cócteles
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Logrando escapar de su confinamiento en el
Ópalo de Fuego, el Djinn suplanta a un abogado, Steven Verdel, para acercarse a
Lisa. Logrando lo que necesita en los dos primeros, el tercer deseo de ella es
amar a Steven como el hombre que es. Esto provoca una paradoja: que el Djinn
busque la forma de que ella le conceda el deseo a él: el de su amor verdadero.
Crítica: Paupérrima y deleznable cuarta entrega que
viene “avalada” por el mismo perpetrador de la tercera parte, buscando no se
sabe si exterminar a la franquicia o solo sumirla en el ridículo más espantoso
con una entrega en la que se evidencia aún más falta de medios que en la
anterior, así como unas caras pocos conocidas que eso de actuar solo deben
conocerlo de buscarlo en el diccionario (directamente su inicio, la típica
parejita cretinoide con escena de cama incluida para que la chica demuestre que
tiene físico para enseñar; Tara Spencer-Nairn, la tercera rubia en enfrentarse
al monstruo de los deseos perversos: ¿qué tienen las chicas rubias que son las
únicas en plantarle cara?; Sam, un Jason Thompson que hereda del Aaron
Smolinski la faceta obsesiva-lujuriosa de ese tipo de hombre que solo piensa
con el otro cerebro; Michael Trucco, uno de los protagonistas de la serie
Pensacola: Alas de Oro [1997], en búsqueda de probar que puede ser un buen
actor haciendo de malote). Innata en lo que a zafiedad se refiere desde su
puesta en escena hasta la desgarbada banda sonora y fotografía, su justita hora
y media de duración solo garantiza un espectáculo digno para los amantes de las
películas de serie Z, realizadas solo para ser tomadas a risa con unas copas de
más o unos cuantos porros (los montajes paralelos mientras Steven habla con
Lisa, desde la charla entre el Djinn y Douglas Hollister a su cena con Lisa,
viendo los efectos de un deseo que ella pide sin pretenderlo; la actitud de
Sam: ¿el tío consigue lo que más desea en el mundo y actúa como si fuese la
mayor de las tragedias?; el Djinn, poniéndose a debatir con sus compañeros de
amor: así, tal cual). Hundiendo la saga en la inmundicia ante un innecesario
componente sexual, Wishmaster 4: La Profecía (subtitulo incompleto: el original
es “la profecía cumplida”), es un film torpe, insulso y vergonzante: lo del
club de strip-tease lo prueba.
La Puntilla: ¡Coño con la jodida piedra de los cojones!.
Es peor que el Anillo Único de Sauron, que siempre alguien se las apaña para
encontrarla.
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