Vista En: PelisTV.net, martes 1 de noviembre de 2016.
Título Original: Wishmaster 2: Evil Never Dies.
Director: Jack Sholder.
Guión: Jack Sholder. Género: Terror.
Música: David C. Williams. Fotografía: Carlos González.
Decorados: Elizabeth Zdansky. Vestuario: Laura Marolakos.
Productora: Artisan Entertainment. Presupuesto: ±2.500.000 $.
País: USA. Año: 1998. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Holly Fields
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Morgana
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Chris Weber
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Eric
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Andrew Divoff
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El Djinn ‘Nathaniel Demerest’
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Vyto Ruginis
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Hosticka
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Paul Johansson
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Gregory
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Robert LaSardo
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Gries
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Carlos Leon
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Webber
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Tommy ‘Tiny’ Lister Jr.
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Tillaver
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Ryan ‘Rhino’ Michaels
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Butz
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James Kim
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James Tiger
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Simon Kim
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Simon Tiger
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Scott Klace
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Fox
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Liberado accidentalmente durante un atraco,
el Djinn vuelve a hacer de las suyas para que su nueva liberadora, una joven
ladrona llamada Morgana, la conceda sus tres deseos. Pero en el camino
encuentra un camino diferente para conseguir sus objetivos: obtener 1001
deseos, lo que también le permitirá abrir un puente entre la dimensión de los
Djinn y la Tierra.
Crítica: Decepcionante continuación de Wishmaster
[Robert Kurtzman, 1997] que a pesar de mantener la esencia de momentos de
terror que van entre lo visceral y lo desagradable a lo puramente desmadrado y de
la presencia de su protagonista Andrew Divoff de nuevo al frente del elenco,
carece de la gracia y encanto de su predecesora, cayendo lenta pero de manera
inexorable en los ridículos narrativos y estéticos (el Djinn en la cárcel,
hablando con uno de los presos acerca de su abogado: un momento que por suerte
solo se ve a medias pero que termina siendo repugnante y ausente de cualquier
atisbo de terror; el destino de otro preso, que en su inconsciencia pide
atravesar la puerta de barrotes de la celda para salir de prisión: digno más
bien de la saga Hellraiser pero indigno por definición de Wishmaster, regalando
víscera gratuitamente). Apenas eficiente y/o eficaz en cuanto a su fotografía
se refiere y no digamos ya en lo narrativo, el trabajo de Jack Sholder logra
exactamente lo imposible al igualar en nivel de estupidez cinematográfica a su
Pesadilla en Elm Street 2: La Venganza de Freddy [1985], donde todo el genio de
su posterior Hidden: Lo Oculto [1987] desaparece en pos de un espectáculo
lamentable, farragoso y con una protagonista que no destaca en demasía (Morgana
visitando al Djinn en la cárcel, intentando saber porqué se inculpó él mismo del
robo para que le mandasen a prisión; éste, hablando con Pushkin, el hombre que
ya tiene de todo, intentando sacarle de él un deseo, prueba palpable de que en
todo el metraje, solo Divoff sobrevive a la quema; la petición totalmente
ingenua de Morgana de un mundo sin mal alguno). Wishmaster 2: El Mal Nunca
Muere es el sempiterno reflejo de dichos populares de “segundas partes nunca
fueron buenas”, que sumerge en el despropósito cada minuto de duración y
ensalza a la original como terror ingenioso. Algo que aquí falta
alarmantemente.
La Puntilla: ¡¡NO, NO Y NO!!. ¿Tanto os costaba parar en
la primera parte y dejarla como un pequeño clásico del género?. ¿¡Tan difícil
era!?.
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