Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 17 de junio
de 2017.
Título Original: Bonjour Anne.
Directora: Eleanor Coppola.
Guión: Eleanor Coppola. Género: Comedia.
Música: Laura Karpman. Fotografía: Crystel Fournier.
Decorados: Christelle Maisonneuve. Vestuario: Milena Canonero.
Productoras: A+E Studios, American Zoetrope, Lifetime
Films y Corner Piece Capital. Presupuesto: ±5.000.000 $.
Países: USA y Japón. Año: 2017. Duración: 92 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Diane Lane
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Anne
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Alec Baldwin
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Michael
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Arnaud Viard
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Jacques
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Elise Tielrooy
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Martine
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Linda Gegusch
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Voz de Anne Marie
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Élodie Navarre
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Voz de Carol
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Anne, esposa de un famoso productor de
Hollywood de viaje en Francia con él, se ve incapaz de tomar el avión con el
que su marido se irá a Budapest por una otitis. Jacques, un asociado francés de
su marido, se ofrece a llevarla en coche de Cannes hasta París. Un viaje que
irá alargándose de un modo que supondrá una transformadora experiencia vital
para Anne.
Crítica: A sus 80 años y después de dirigir algún
documental como Corazones en Tinieblas [1991], la esposa de Francis Ford
Coppola y madre de la autora de Lost in Translation [Sofia Coppola, 2003] hace
su ópera prima en terrenos de la ficción con lo que es simple y llanamente una
declaración de amor a la gastronomía y la historia de Francia, convirtiendo y
supeditando el argumento a una sucesión de exquisitos platos de restaurantes
caros hilados una mínima excusa extendida a lo largo de su hora y media de
duración, todo ello a cargo de una radiante y encantadora Diane Lane que brilla
con luz propia (Baldwin, meramente testimonial, saliendo de escena a los cinco
minutos de comenzar la película sin que se le vuelva a ver el pelo; Jacques,
todo un bon vivant que ¡oh casualidad! es un experto de restaurantes y comida
como en historia: más a propósito imposible; Anne, emocionándose ante una
pequeña efigie de la Virgen María en una iglesia: la explicación del porqué se
emociona revalida el porqué Lane es la más respetada y admirada de su
generación). Road movie de corte intimista y clásico con una pareja que se
convierte en protagonistas absolutos de la función, París Puede Esperar es una
pequeñez entrañable que hace una pequeña trampa que se le puede perdonar,
acumulando momentos divertidos y otros más pícaros, amén de detalles
ciertamente muy visuales (el ojo fotográfico de Anne, nada que envidiarle a
gente como Stefano Corso; el más que evidente interés de Jacques por Anne y su
forma de llevarla a sitios como el Museo Lumière, añadiendo sustancia a la
trama por ver si conseguirá o no seducirla; el plano final, con Lane casi
saludando a la cámara, haciendo de entenderlo todo sin una sola palabra: un buen
remate). Sacando máximo partido posible a la banda sonora y la fotografía de
sus bucólicos paisajes, el film es el perfecto imán para hacer turismo por
Francia. Ni más ni menos.
La Puntilla: Ni intrigas, ni nada de nada. Es simplemente
Diane Lane en una película para ella sola. Y el resto del mundo agradecido por
ello.
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