Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 24 de
octubre de 2015.
Título Original: Paranormal Activity: The Ghost Dimension.
Director: Gregory Plotkin.
Guión: Andrew Deutschman, Jason Pagan, Adam Robitel
y Gavin Heffernan, basado en una historia original de Deuctschmann, Pagan y
Brantley Aufill. Género: Terror.
Música: [No hay compositor]. Fotografía: John W. Rutland.
Decorados: Erin Boyd. Vestuario: Lisa Lovaas.
Productoras: Blumhouse Productions y Paramount Pictures.
Presupuesto: ±10.000.000 $.
País: USA. Año: 2015. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Chris J. Murray
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Ryan
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Dan Gill
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Mike
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Brit Shaw
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Emily
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Olivia Taylor Dudley
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Skyler
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Ivy George
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Leila
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Chloe Csengery
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Katie
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Jessica Tyler Brown
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Kristi
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Cara Pifko
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Julie
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Michael Krawic
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Padre Todd
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Hallie Foote
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Abuela Lois
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Aiden Lovekamp
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Hunter Rey
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Chris J. Murray
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Ryan
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Ryan y Mike son dos hermanos que por
casualidad, en la casa de Ryan, ambos encuentran un video de cintas VHS y una
cámara antigua que ha sido modificada. Ambos encuentran que la cámara está
diseñada para grabar espíritus y actividad sobrenatural, de modo que la usan
solo para encontrar que la casa de Ryan está tomada por un oscuro espíritu
demoniaco.
Crítica: Debut en la dirección del editor de cine
Gregory Plotkin, que cierra la saga con una propuesta a la que los clichés y el
peso de las previas partes pesan bastante a la hora de hilar su historia
principal y su guión, tirando de ellas precisamente a modo de revival sobre el
porqué de todo lo que ocurre, si bien comete alguna que otra incoherencia en el
guión un tanto difícil de justificar (Ryan y Mike, viendo una cinta de video de
Kristi y Katie haciendo prácticas sobrenaturales de adivinación y/o
mediumnidad: algo que un simple estornudo hace que todo adquiera una dimensión
bastante más escalofriante; las veces que el cámara se pone subjetiva para
mostrar el enfoque de la otra modificada: una manera progresiva de ver como
‘algo’ se va haciendo fuerte en la casa sin que nadie pueda evitarlo; el
momento en el que una pared pasa a ser algo más que una simple pared, gracias a
una serie de símbolos puestos no por casualidad: una mezcla de Bítelchus [Tim
Burton, 1988] con Timecop [Peter Hyams, 1994] digna del mejor colocón). Igual
de rutinaria que el resto de sus compañeras, especialmente en las actuaciones y
la atmósfera, como potente en su tercio final para dejarlo todo casi atado y
bien atado {casi}, lo cierto y verdad es que Paranormal Activity: Dimensión
Fantasma es un film de lo más distante en cuanto a calidad y brillantez, que
tiene sus momentos de lucimiento pero que, después de ocho años, el agotamiento
de la fórmula es total (el clímax, resuelto de un modo en el que los guionistas
no debieron de pensárselo detenidamente: ¿cómo puede algo derrotarse pero no
derrotarse al mismo tiempo?; la cámara, que en el fondo es una versión más
primitiva de las gafas de 13 Fantasmas [Steve Beck, 2001]: primitiva pero no
ausente de ingenio). Discreto de resultados en su conjunto final, Plotkin
coloca un digno y elegante punto y final a la saga. O más que elegante,
perturbador.
La Puntilla: ¡LA MADRE QUE OS PARIÓI. ¿Y os ha costado
seis puñeteras pelis explicar de qué coño iba el misterio sobrenatural de los
cojones?.
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