Vista En: Youtube, viernes 28 de abril de 2017.
Título Original: I Heard It Too.
Directores: Matt Sears y Tim Knight.
Guión: Matt Sears y Tim Knight. Género: Teror.
Música: Matt Sears y Tim Knight. Fotografía: Matt Sears y Tim Knight.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Matt Sears y Tim Knight.
Productora: NewFlight Pictures. Presupuesto: [Desconocido].
País: Reino Unido. Año: 2014. Duración: 8 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Rowena Beagley
|
Madre
|
Nina Beagley
|
Bethany
|
Sophie Juge
|
El Fantasma
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Como cada noche, una madre acuesta en la cama
a su hija y le canta una nana para que se duerma. Pero la niña, al poco, se
despierta algo sobresaltada cuando escucha una melodiosa voz que la llama por
su nombre. Buscando a su madre por la casa, consigue dar con ella en su propio
cuarto, alertada y temerosa por que también ha escuchado esa misteriosa voz.
Crítica: Los debutantes Sears y Knight escriben y
dirigen a cuatro manos una super-ultra-mini-historia de terror que cojea por su
excesiva utilización de la oscuridad como elemento intimidatorio, que regresa
por enésima vez tanto a los miedos infantiles como a las presencias
sobrenaturales que rondan por las casas durante la noche {un elemento
repetidísimo en decenas de millares de casos reales a lo largo y ancho del
mundo}, tomando prestados algunos de los elementos más vistos en cuanto a casas
encantadas como la saga Paranormal Activity (la cámara y su enfoque, totalmente
amateur como si se tratase de una extensión de dicha saga pero en formato
miniatura; la voz, sonando por los pasillos de la casa como si se tratase de un
juego infantil que en verdad no hace demasiada gracia; el final, que desvela la
apariencia del ser que ha hablado: una mezcla entre el espectro de Mamá [Andrés
Muschietti, 2013] y la villana de DC Cómics Kryb: único punto de efectos
digitales que en lo poco que se ven, sí que saben intimidar). Con tres actrices
como único reparto y el mismo escenario como un laberinto/ratonera del que no
hay escapatoria, Yo También lo Oí es otra de tantas producciones ínfimas en
cuanto a la trama o al pasado de personajes, del que prescinde absolutamente
para ir directo al grano en cuanto a explicar lo que supone tener un intruso
espectral dentro de la propia casa con malas intenciones, aunque no haciéndolo
del mejor de los modos (Bethany, cerrando los ojos por petición de la madre,
momento en que la cámara funde a negro de modo que durante varios instantes no
se sabe lo que está pasando; la niña, corriendo a hacer lo que hacen los niños
cuando se encuentran asustados: algo que, como en La Maldición (The Grudge)
[Takashi Shimizu, 2002], no sirve de mucho). Un cortometraje escueto, no
destacable especialmente, pero que se deja ver sin mayores quebraderos de
cabeza.
La Puntilla: Hay tantos cortos y pelis largas de terror
pululando por ahí, que uno se acaba inmunizando. Sobretodo cuando todos se
copian entre si.
No hay comentarios:
Publicar un comentario