“7x3”. Ese era el nombre inicial que tenía
para crear el blog: siete líneas de argumento, siete para lo mejor de la peli y
siete para lo peor, puesto que el siete es mi número favorito (además de ser el
mes en que nací). Sin embargo, mis primeros borradores resultaron desastrosos,
demasiado esquematizados y sin poder explicar bien la película, por lo que
deseché esa idea, y pensé que esas 21 líneas podrían servir para hacer toda la
crítica, dejando el argumento al margen del título, y conservando las líneas
para explicarlo. De esa manera “7x3” (un homenaje al programa concurso “3x4” y
a su presentadora, uno de mis primeros amores televisivos, Julia Otero) pasó a
llamarse “Crítica en 21”. Encontré ciertos problemas a la hora de contar los
argumentos en siete líneas (lo normal es menos), pero descubrí que 21 líneas
resultaban perfectas para hacer una buena valoración, tanto negativa como
positiva, de las películas. El problema vino al encontrar un fallo que no había
tenido en cuenta antes: que al pasar el texto del formato plantilla al formato
web para publicarlo, las 21 líneas crecían y se convertían en 23-24 líneas,
según el texto de cada crítica. Negado a acortar las críticas y a perder texto,
opté por la decisión más fácil: cambiar el nombre del blog y redondear el
número de las líneas para hacer las críticas, convirtiéndolo en el definitivo
“Crítica en 25”, ya que así tenía opciones de añadir un poco más de
información, por escasa que fuese, y para redondear más las cosas, opté por
reducir las líneas del argumento de siete a cinco, de manera que quedaba más
abreviado pero mejor, más directo y sin entrar en rodeos ni tramas secundarias.
El motivo de querer hacerlo así es de lo más sencillo: las críticas muy breves
no interesan, y las muy largas acaban por aburrir. En cambio, 25 líneas son
perfectas para, al igual que este mismo texto, contar una historia y hacerla
interesante. De eso se trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario